Duele en todos lados

“No veo por qué tengo que ir al hospital para ver a Ana”, dijo Fabiana.  “A pesar de que está en mi clase de la iglesia, no somos amigas muy cercanas, y tengo otras cosas que quiero hacer”.

“Debe haber muchas cosas que Ana también le gustaría hacer”, aseguró su mamá, “pero no puede hacerlas tampoco.  Le dijimos que iríamos a visitarla en el hospital, y hoy es el único día de la semana que podemos hacerlo”.

“Está bien”, aceptó Fabiana, pero no estaba feliz.  Todavía estaba haciendo pucheros cuando salieron, unos minutos después.  “Todavía creo que es una gran pérdida de tiempo”, balbuceó.

Su madre se quedó en silencio mientras sacaba el automóvil del garaje.  Después de unas cuadras, se volvió a su hija.  “¿Recuerdas por qué te enojaste con Estuardo el mes anterior, cuando estabas enferma?”

“¡Claro que sí!”, exclamó Fabiana.  “Él quería que yo jugara a la pelota con él, para que pudiera practicar su bateo, mientras yo sufría con esa terrible infección de oído.  ¡Qué idea tan absurda!”

“Bueno, ¿por qué no pudiste jugar con Estuardo?”, preguntó mamá.

Fabiana miró a su madre, incrédula.  “¡Mamá!  ¡No empieces tú también!  Cuando mi oído me dolía tanto, me sentía mal en todo el cuerpo porque mi oído es parte de él.  Así es como se lo explicaste a Estuardo, ¿recuerdas?”

La madre sonrió.  “Oh, recuerdo muy bien.  Me preguntaba si tú lo recordabas.  Me dio la impresión de que lo olvidaste”.

“¿Por qué crees esto?”, preguntó Fabiana.

“Porque no ves por qué deberíamos visitar a Ana.  Ella es parte del cuerpo de Cristo, al igual que el resto de los cristianos, incluyéndonos a nosotros.  Cuando a ella le duele, deberíamos sentir dolor también.  Cuando tuviste la infección en el oído, habrías hecho lo que sea para sentirte mejor.  Cuando alguien que es parte del cuerpo de Cristo tiene dolor, deberíamos hacer lo que sea para ayudar a esa persona para que también se sienta mejor”.

Fabiana se quedó callada por un momento.  “Está bien”, dijo finalmente.  “¡Vamos a alegrar su día!”  – TANYA FERDINANDUSZ

AYUDA A LOS OTROS A LLEVAR SUS CARGAS

VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 12:15

GÓCENSE CON LOS QUE SE GOZAN Y LLOREN CON LOS QUE LLORAN.

¿Haces todo lo que puedes para ayudar a otros que tienen dificultades?  ¿Te preocupa cuando algún amigo cristiano o un vecino está solo, triste o siente dolor?  Cuando otros cristianos sufren, nosotros también deberíamos sufrir, porque todos somos parte del mismo cuerpo.  Esa es la razón por la que es importante que oremos por lo que están sufriendo y compartamos su carga.  ¿Cómo puedes aliviar la carga de alguien en este día?

Clave de Hoy
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