Carbones encendidos

La mamá de Lucinda estaba acomodando la leña en la chimenea, pero se dio la vuelta cuando oyó a repiquetear a la puerta mientras se cerraba de un golpe.  Lucinda se dejó caer en el sillón.

Su madre se sentó junto a ella.  “¿Qué pasó?”

“Jacob me llamó lengua larga.  No quiero volver más a la escuela”, le contó Lucinda mientras las lágrimas corrían por sus mejillas.

Mamá le pasó un pañuelo.  “Lo lamento mucho, hijita.  Me preguntó por qué le gusta fastidiarte tanto”.

“Él siempre cree que voy a acusarlo por esa vez que le conté a la señora Báez que él fue el que puso el sapo en su escritorio.  ¡Pero eso fue hace dos años!”  Lucinda se limpió los ojos y se sonó la nariz.

La madre caminó hacia la chimenea y encendió el fuego.  “¿Qué crees que deberías hacer con esta situación?”

Lucinda suspiró.  “No sé.  Me gustaría que hubiera una forma de hacer que se detenga”.

“Bueno, me alegra que me hayas contado.  Es importante contar a los adultos sobre este tipo de problemas, para que puedan ayudar”.  Mientras el fuego empezaba a chisporrotear, mamá se dio vuelta y comentó: “Quizá Jacob necesita algunos carbones encendidos en su cabeza”.

“¡Mamá!”, exclamó Lucinda.  “No estoy tan enojada con él como para eso”.

La madre sonrió.  “No me refiero a carbones encendidos reales.  Estoy hablando de un versículo en la Biblia”.  Mamá tomó su Biblia de la mesa de la sala y la abrió en Romanos 12:20: ‘Pero si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; y si tiene sed, dale de beber, porque haciendo esto, carbones encendidos amontonaras sobre su cabeza’.  Creo que significa que, cuando tratas con bondad a tu enemigo y le devuelves bien por mal, podrías provocarle un deseo ardiente para que cambie su forma de actuar”.

“¿Me estás diciendo que debería hacer algo amable por Jacob?  Eso me va a costar muchísimo”, afirmó Lucinda, dubitativa.

“Lo sé, pero recuerda que Jesús te ayudará a amar a los demás como Él te ama.  Confía en que Él te ayudará a mostrarle bondad a Jacob, incluso cuando se porte mal”.

“Está bien”, aceptó Lucinda.  “Tal vez le lleve un dulce para que se lo coma mañana, en recreo”.

Su madre asintió.  “Me parece una excelente manera de comenzar”.  – MARY ROZENDAL

MUÉSTRALES BONDAD A TUS ENEMIGOS

VERSÍCULO CLAVE: MATEO 5:44 (RVC)

PERO YO LES DIGO: AMEN A SUS ENEMIGOS, BENDIGAN A LOS QUE LOS MALDICEN, HAGAN BIEN A LOS QUE LOS ODIAN, Y OREN POR QUIENES LOS PERSIGUEN.

¿Alguna vez has sido víctima de acoso?  ¿Te frustras cuando las personas te ponen apodos o son crueles contigo?  A pesar de que no es fácil, Jesús quiere que muestres a los demás Su amor cuando te tratan mal.  En lugar de responder con el mismo mal, haz algo bondadoso por esa persona.  Cuando demuestras a otros la bondad que Jesús te ha mostrado a ti, los ayudas a ver cuánto Él los ama.

Si alguien te está acosando o haciéndote daño, cuéntaselo a un adulto de confianza, para que te ayude.

Clave de Hoy
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