Arriba, en un árbol

Soraya se quedó parada en el jardín y levantó la mirada para ver el enorme arce.  “¡Papá!”, gritó.  “¡Ayúdame!”

“¿Qué pasa?”, preguntó su padre mientras corría hacia ella.

“Es Daisy”, exclamó Soraya con lágrimas en sus ojos, apuntando hacia arriba.  “Está atascada en el árbol.  Se trepó hasta allá, pero ahora no puede bajar”.

Papá divisó a la gatita encaramada en una rama, allá en lo alto.  Estaba aferrada a la rama con todas sus fuerzas.  “Vamos a bajarla”, aseguró el padre.  Entonces trajo una escalera larga del garaje, la apoyó en el árbol y comenzó a subir.  Cuando alcanzó a Daisy, gentilmente tomó a la gatita y la llevó abajo, depositándola en los ansiosos brazos de Soraya.

“¡Oh, gracias!”, expresó Soraya.  La niña acarició a su gatita con delicadeza.  “Traté de evitar que Daisy se subiera al árbol, pero lo hizo de todas maneras”.  Ella miró a su padre.  “Si Daisy me hubiera escuchado, no se habría quedado atrapada en el árbol”.

Papá sonrió mientras la gatita ronroneaba en los brazos de Soraya.  “¿Sabías que las personas también suelen quedarse atrapadas en los árboles?”, preguntó.

“¿En serio?  ¿Te refieres a los niños que se trepan muy alto y luego se lastiman?”

“Me refiero a todos nosotros”, explicó su padre.  “Es una manera de decir que todos nos metemos en dificultades.  Daisy debió escucharte y Jesús es aquel a quien todos deberíamos escuchar.  Si lo hacemos, Él nos guiará en nuestros pensamientos y acciones, pero, al igual que la gatita, muchas veces no le escuchamos.  Hacemos solo lo que queremos y eso nos puede meter en grandes problemas, o atascados en un árbol.  Entonces tenemos que admitir nuestra equivocación y clamar a Dios para que nos perdone y nos ayude a bajar”.

“Pero ¿cómo puedo saber lo que Jesús me dice que haga?”, preguntó Soraya.  “No puedo oírlo, ¿o sí?”

“No con tus oídos”, indicó papá, “pero Él te hablará a través de Su Palabra y a por medio de la oración, a través de padres y maestros, y de otros adultos cristianos.  Pídele que te guíe y te ayude a recordar que le perteneces a Él.  Jesús siempre estará contigo y te ayudará a saber qué hacer”.  —  CHIP MONTGOMERY

BUSCA A DIOS PARA QUE TE GUÍE

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 25:4

SEÑOR, MUÉSTRAME TUS CAMINOS, ENSÉÑAME TUS SENDAS.

¿Le has pedido a Jesús que te guíe cuando no estás seguro de qué hacer?  Él te ama y siempre está contigo.  Conversa con Él sobre las dificultades que afrontas y luego escucha lo que Él te dice.  Puede que use la Biblia, tus padres, un maestro, un amigo cristiano, tu pastor, un sinnúmero de cosas o personas, para mostrarte lo que es correcto que hagas.  Jesús te dará el deseo y la fuerza para obedecerlo.

Clave de Hoy
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