Aléjate

La madre de Estuardo lo sacudió con delicadeza porque a él le costaba despertarse.  Se sentó y abrió bien los ojos.  “¡Tenía que correr!”, dijo con voz temblorosa.

“Te oí gritar”, indicó mamá.  “¿De qué estabas huyendo?”

Estuardo respiró profundamente.  “Debo haber estado soñando y… ¡unos soldados me estaban disparando!”

“¿Qué viste anoche en la casa de Carlos?”, preguntó su madre.  Estuardo le contó el nombre de la película y ella frunció el ceño.  “¿No te había dicho que no vieras esa película?”

Estuardo bajó la mirada.  “Sí, pero todos los demás la vieron.  ¿Qué podía hacer yo?”

Mamá lo miró, pensativa.  “¿Recuerdas escuchar al abuelo hablar sobre cómo dejó de tomar?  Una vez que se dio cuenta de que era un alcohólico y buscó ayuda, sabía que solo una copa podía llevarlo de regreso al vicio.  Entonces, cada vez que tenía que pasar cerca de un bar o de una licorería, ¿te acuerdas de lo que hacía?”

Estuardo se quedó pensando un momento.  “Él cruzaba la calle para evitar estar cerca”.

“Correcto”, afirmó su madre.  “El abuelo dependía de Jesús para que le ayudara a dejar de tomar, pero sabía que sería difícil resistir a la tentación si se acercaba a algún lugar donde había alcohol”.

“Supongo que estar cerca del alcohol hace que sea más difícil no tomar”, comentó Estuardo.

“Sí, y el abuelo nunca más volvió a entrar en un bar, hasta lo que sé”, indicó mamá.  “Permaneció sobrio por el resto de su vida.  Bueno, ¿cómo se aplica eso a tu situación?”

Estuardo arrugó las cejas.  “¿Me estás diciendo que no debo ir más a la casa de Carlos?”

La madre se encogió de hombros.  “Bueno, piénsalo.  Ha habido muchas veces en que has visto películas en casa de Carlos que sabías que no debías ver.  ¿No crees que sería buena idea no ir allá a menos que tengas un plan para alguna actividad específica, y no para ver la televisión?”

Estuardo se quedó en silencio por un rato.  “¿Estaría bien si le invitó a Carlos para que venga acá más a menudo?”, preguntó.

“Esa es una excelente idea”.  Mamá arropó a su hijo con las cobijas.  “Si se lo permites, Jesús te ayudará a tomar las decisiones correctas.  Pero debes hacer tu parte al no andar por el camino de la tentación”.  KAREN R. LOCKLEAR

HUYE DE LA TENTACIÓN

VERSÍCULO CLAVE: 2 TIMOTEO 2:22

HUYE, PUES, DE LAS PASIONES JUVENILES Y SIGUE (BUSCA) LA JUSTICIA, LA FE, EL AMOR Y LA PAZ.  

¿Hay lugares donde te cuesta hacer lo que es correcto?  ¿Situaciones en las que sientes la presión de mentir, hacer trampa, contar chismes, ver sitios malos en internet o hacer alguna otra cosa mala?  El apóstol Pablo le dijo a Timoteo que huyera de ese tipo de cosas y ese es un buen consejo también para ti.  Aléjate de situaciones en las que sabes que serás tentado y confía en que Jesús te dará la fuerza para hacer lo correcto.

Clave de Hoy
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