Alas como águilas

—Estoy cansado de caminar tanto —se quejó Caleb, que estaba explorando con su familia en las montañas de Columbia Británica en Canadá—. Estoy listo para un descanso.

—No te preocupes, ya falta poco para llegar al mirador —anunció la madre de Caleb.

En pocos minutos, la familia llegó a una plataforma desde la que se veía todo el valle poblado de árboles.

—¡Desde aquí arriba podemos ver todo! —exclamó papá.

De repente, Caleb divisó un grupo de enormes aves con cabezas blancas, encaramadas en un pino.

—¡Miren! —gritó el niño, apuntando el árbol—. ¡Hay águilas calvas en ese árbol! ¡Toda una familia!

—Esas aves son impresionantes —afirmó su padre.

Mamá señaló un letrero en la baranda de la plataforma.

—Ahí hay un letrero que tiene información sobre las águilas —ella empezó a leer en voz alta—. ¿Sabían que cuando un águila calva estira sus alas, la distancia desde un extremo al otro puede ser de más de dos metros? ¡Qué increíble!

—¡Guau, es enorme! —Caleb sonrió y estiró sus brazos—. La envergadura de mis alas no es ni la mitad.

La madre continuó leyendo el letrero:

—Dice aquí que las águilas calvas pueden volar por horas sin tener que aterrizar y descansar.

—Qué loco —opinó Caleb—. ¿Cómo pueden las águilas volar tanto tiempo sin cansarse?

—Las águilas no solamente vuelan sino que planean —explicó mamá—. Cuando planean, se apoyan en las corrientes del viento y dejan que el viento las lleve —ella hizo una pausa para pensar—. ¿Sabes? Eso me recuerda a uno de mis pasajes bíblicos en Isaías. Dice que aun los jóvenes se cansan.

—Sí, ¡definitivamente yo sí me canso! —aseguró Caleb—. Estoy cansado después de esa larga caminata.

Su madre continuó:

—Pero las personas que ponen su esperanza en Jesús y confían en Él encontrarán fuerzas en Él, para remontarse y planear como las águilas, sin cansarse.

—Y eso es más que fuerzas para una larga caminata —agregó papá—. Cuando confiamos en Jesús, cuando recordamos cómo nos salvó de nuestros pecados y nos dio un futuro con Él y vida eterna, tenemos esperanza y fuerzas para perseverar en medio de cualquier desafío en la vida.

—Guau —expresó Caleb—. Eso es mucho mejor que volar como las águilas.

ABBY CIONA

APÓYATE EN LA FUERZA DE DIOS

VERSÍCULO CLAVE: ISAÍAS 40:31

LOS QUE ESPERAN EN EL SEÑOR RENOVARÁN SUS FUERZAS. SE REMONTARÁN CON ALAS COMO LAS ÁGUILAS, CORRERÁN Y NO SE CANSARÁN, CAMINARÁN Y NO SE FATIGARÁN.

¿Alguna vez te has sentido cansado o desanimado? Cuando te sientas bajoneado y débil, recuerda lo que Jesús ha hecho por ti. Él murió por nuestros pecados y resucitó a la vida, derrotando al pecado y a la muerte para que podamos vivir a Su lado para siempre. Jesús ha vencido al mundo y nunca nos dejará. Pon tu esperanza en Él y apóyate en Su fuerza, que te sostendrá en cualquier desafío que afrontes.

Clave de Hoy
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